La dialéctica relación entre la microestructura individual y la macroestructura social se mediatiza y vehiculiza a través de formaciones sociales específicas: las
Instituciones. Aquí se describen las instituciones educativas, relevando aspectos psico- sociales de su estructura y funcionamiento, especialmente los de índole espacio- temporal, grupal y comunicacional. El
análisis se contextualiza en el ámbito nacional actual y teniendo como objetivo una mejor comprensión de la relación vincular profesor- alumno.
La relación individuo y sociedad constituye una relación compleja y dialéctica en la cual operan factores o instancias intermedias a través de las cuales ella se mediatiza y vehiculiza. El análisis de tales instancias mediadoras resulta esencial dada la básica condición social e histórica- cultural del
Hombre, por lo cual son ellas, esas dimensiones contextuales, las que otorgan sentido a la
conducta y roles individuales, de modo que su conocimiento constituye un paso imprescindible para comprender
la personalidad y las conductas individuales. En el ámbito educativo, esto que para entender y explicar los roles y conductas de profesores y alumnos, la especial relación entre ellos, y los
procesos de
enseñanza- aprendizaje resulta necesario conocer la situación real y concreta en la cual tales procesos psico - sociales se dan.
El
proceso de enseñanza en el aquí y ahora de la interacción pedagógica, no se agota en lo "instruccional" ni en la mera aplicación de
teorías,
principios y
leyes del Aprendizaje (en el estilo conductista) sino que, como sabemos, consiste en una situación sui-generis, dialógica y comunicacional, en un contexto social y con una
dinámica propia. En tal estructura envolvente, que es institucional y socio-dinámica, es donde debemos ubicar el drama educativo (formal). En tal sentido, el proceso educativo significa una zona decisiva en la que se va reproduciendo, consolidando, innovando y recreando - adecuada o inadecuadamente- el anclaje o nexo psico-social (individuo- sociedad).
Entre el macrosistema social y el microsistema individual van a operar, pues, formaciones sociales, que son
organizaciones e instituciones de índole variada, cuyo objetivo consistirá en responder a las distintas necesidades humanas (motivaciones), tanto personales como colectivas. Tales organizaciones sociales, a partir de la
familia y la escuela, implican adscripciones casi obligadas para el individuo y su desarrollo
personal- social, que le son esenciales para lograr la condición humana. La presencia gradual y múltiple de organizaciones con las cuales se va vinculando genera en la
persona sentimientos de
identidad y pertenencia; en
función de ello va 'aprendiendo' a saber 'quién es' (identidad social). Al mismo tiempo, los
grupos a los cuales se va incorporando lo arropan psico- socialmente, otorgándole estatus,
seguridad, reconocimiento y finalidad.
Por esto la relación individuo - institución es
didáctica e interactiva. No es posible una "institución" sin la presencia del "factor humano": su sustancia y razón de ser, así como no hay personalidad sin alguna referencia institucional. Para la estructura personal la conexión es de compromiso, en tanto la institución forma parte de la "
organización subjetiva de la personalidad" ("familia interna", tal como se expresa por el niño en
test proyectivo).
Esta imbricación o trama "individuo- sociedad", como todo lo humano, es histórica y tiene antecedentes antropológicos. Desde los modos primitivos, mágicos y sincréticos, de relación vincular (como en los canales y tribus con sus tótems y tabúes) se ha llegado en la actualidad a la proliferación y complejización de las formas de incorporación y comunicación.
Hay, por lo tanto, instituciones educativas, recreativas, sanitarias, fabriles, comerciales, religiosas, penales, etc.; de ellas, nos interesan aquí las educativas.
A través de ellas el sistema global encauza su influencia transmitiendo la Cultura como
patrimonio común, preservándola, recreándole y creando nuevas expresiones suyas, siempre en concordancia con los sistemas ideológicos y valóricos imperantes en cada
grupo social (
nación, por ejemplo). En este sentido, toda I.E. significa un medio de difusión no sólo de mensajes sino de meta-mensajes en términos comunicacionales, los cuales nunca son "neutros", ya que están teñidos ("currículum oculto") por la textura ideológica - valórica que sustenta la estructura social en la cual se inserta: en nuestro caso, la
ideología neo-liberal, basada en el egoísmo, la
competencia y el consumismo. Por estos tiempos, vivimos en Chile la anomia y contradicción entre dos sistemas valóricos contrapuestos, este sistema
impuesto e importado y otro, que preconiza la vigencia de los valores democráticos y de los
Derechos Humanos, lo cual se va evidenciando no sólo en la dinámica sociopolítica nacional sino, especialmente, en el propio sistema educativo. Son frecuentes, en consecuencia, las "disonancias actitudinales", los "dobles estándares o
discursos", la disgregación entre
teoría y
praxis, especialmente en el ámbito del ejercicio de la autoridad y en la conducta cotidiana en el aula escolar.
Por otro lado, en la medida en que "saber es poder" - y cada vez más en una "sociedad del conocimiento" -, la I.E. va segregando y con ello consolidando las diferencias de clases en la sociedad, basada en una jerarquía social. Experiencias como la del Padre Miliani en
Italia (1972 - Escuela de Barbiana), los
datos entregados por organismos internacionales, o los propios que conocemos en Chile, tales como
distribución del ingreso, niveles de
pobreza, resultados del Simce y arbitrariedad de la PAA, cobertura restringida y selectiva de las Is.Es. "Privadas", no hacen sino confirmar el papel selectivo que cumple la I.E., de tal modo que la "mejor" educación se entrega a la
clase social alta, y a los niveles más depravados apenas la básica- media, sin poder acceder a formaciones más relevantes, dado el actual Sistema de
Educación Superior. Una
Psicología concreta no puede prescindir de tales contextos situacionales, por lo cual debe procurar
la investigación y conocimiento de las condiciones de vida y características del medio familiar- escolar en que se desarrollan los aprendizajes psico- sociales del estudiante chileno, de cualquier nivel.