CONFLICTO ESCOLAR

El 30% de los profesores atribuyen los conflictos escolares al director

El 30% de los profesores atribuyen los conflictos escolares al director

Consideran que les desautorizan delante de alumnos y padres, son arbitrarios e irrespetuosos

AGENCIAS 29-11-2007

Un 30 por ciento de los docentes que recurren al Defensor del Profesor del sindicato ANPE-Madrid por motivos de conflictividad escolar atribuyen al equipo directivo del centro el origen del problema, y el 31 por ciento no se siente respaldado por la administración ni la inspección educativas.

Más concretamente, suelen acusar al director de arbitrariedad en las decisiones, reconvenirlos de forma irrespetuosa, desautorizarlos delante de alumnos y padres o no ofrecerles apoyo cuando surgen problemas.

El Defensor del Profesor de la Comunidad de Madrid ha atendido a 3.342 docentes de Primaria y, principalmente, de Secundaria desde que comenzó este servicio, el 30 de noviembre de 2005, y 1.789 en el curso 2006-2007, según los datos presentados hoy.

"Objetores escolares"

El 58 por ciento manifiesta dificultades para dar clase por un número "minoritario" de alumnos "objetores escolares", que no estudian, distraen a los compañeros, interrumpen al profesor y se manifiestan desafiantes.

Según la coordinadora del informe, Inmaculada Suárez, los alumnos conflictivos no están acostumbrados a que se les pongan límites en casa, así que se niegan a cumplir las normas escolares respaldados por los propios padres.

Ansiedad, depresión y baja

Esto conduce a una situación de estrés permanente: el 41 por ciento de los profesores que llaman asegura que padece ansiedad; el 38 por ciento, depresión; y el 19 por ciento llega a la baja laboral.

El 13 por ciento denuncia acoso y amenazas de los estudiantes y el 19 por ciento de los padres, mientras que el 10 por ciento asegura que ha sido agredido por alumnos y el 2 por ciento por familiares. También el 19 por ciento indica que ha sido presionado para modificar las notas.

Denuncias inesperadas

A veces, los padres se quejan directamente al centro del maltrato que un profesor da a su hijo porque se fían plenamente de la versión del niño, según el informe de ANPE-Madrid, sindicato implantado en la enseñanza pública. En otras ocasiones, los docentes se encuentran, sin esperarlo, con denuncias en comisaría o en los juzgados.

Por otro lado, un 8 por ciento asegura que sufre "acoso laboral", consistente en aislamiento, hostilidad y persecución. El presidente de ANPE-Madrid, Fernando Jiménez, ha valorado el decreto de convivencia escolar de la Comunidad, ha rechazado la figura del mediador porque profesor y alumno no son iguales y ha pedido "enterrar" el espíritu de la LOGSE, que sigue pesando "como una losa".

El 70 por ciento de los docentes que se dirigen al Defensor del Profesor en el conjunto de CCAA donde existe el servicio lamentan la imposibilidad de dar clase por la actitud de algunos alumnos, el 20 por ciento denuncia agresiones verbales, el 7 por ciento, de tipo físico y un 3 por ciento menciona problemas con la administración.

jueves, 1 de diciembre de 2011

REALIDADES ESCOLARES

La dialéctica relación entre la microestructura individual y la macroestructura social se mediatiza y vehiculiza a través de formaciones sociales específicas: las Instituciones. Aquí se describen las instituciones educativas, relevando aspectos psico- sociales de su estructura y funcionamiento, especialmente los de índole espacio- temporal, grupal y comunicacional. El análisis se contextualiza en el ámbito nacional actual y teniendo como objetivo una mejor comprensión de la relación vincular profesor- alumno.
La relación individuo y sociedad constituye una relación compleja y dialéctica en la cual operan factores o instancias intermedias a través de las cuales ella se mediatiza y vehiculiza. El análisis de tales instancias mediadoras resulta esencial dada la básica condición social e histórica- cultural del Hombre, por lo cual son ellas, esas dimensiones contextuales, las que otorgan sentido a la conducta y roles individuales, de modo que su conocimiento constituye un paso imprescindible para comprender la personalidad y las conductas individuales. En el ámbito educativo, esto que para entender y explicar los roles y conductas de profesores y alumnos, la especial relación entre ellos, y los procesos de enseñanza- aprendizaje resulta necesario conocer la situación real y concreta en la cual tales procesos psico - sociales se dan.
El proceso de enseñanza en el aquí y ahora de la interacción pedagógica, no se agota en lo "instruccional" ni en la mera aplicación de teorías, principios y leyes del Aprendizaje (en el estilo conductista) sino que, como sabemos, consiste en una situación sui-generis, dialógica y comunicacional, en un contexto social y con una dinámica propia. En tal estructura envolvente, que es institucional y socio-dinámica, es donde debemos ubicar el drama educativo (formal). En tal sentido, el proceso educativo significa una zona decisiva en la que se va reproduciendo, consolidando, innovando y recreando - adecuada o inadecuadamente- el anclaje o nexo psico-social (individuo- sociedad).
Entre el macrosistema social y el microsistema individual van a operar, pues, formaciones sociales, que son organizaciones e instituciones de índole variada, cuyo objetivo consistirá en responder a las distintas necesidades humanas (motivaciones), tanto personales como colectivas. Tales organizaciones sociales, a partir de la familia y la escuela, implican adscripciones casi obligadas para el individuo y su desarrollo personal- social, que le son esenciales para lograr la condición humana. La presencia gradual y múltiple de organizaciones con las cuales se va vinculando genera en la persona sentimientos de identidad y pertenencia; en función de ello va 'aprendiendo' a saber 'quién es' (identidad social). Al mismo tiempo, los grupos a los cuales se va incorporando lo arropan psico- socialmente, otorgándole estatus, seguridad, reconocimiento y finalidad.

Por esto la relación individuo - institución es didáctica e interactiva. No es posible una "institución" sin la presencia del "factor humano": su sustancia y razón de ser, así como no hay personalidad sin alguna referencia institucional. Para la estructura personal la conexión es de compromiso, en tanto la institución forma parte de la "organización subjetiva de la personalidad" ("familia interna", tal como se expresa por el niño en test proyectivo).
Esta imbricación o trama "individuo- sociedad", como todo lo humano, es histórica y tiene antecedentes antropológicos. Desde los modos primitivos, mágicos y sincréticos, de relación vincular (como en los canales y tribus con sus tótems y tabúes) se ha llegado en la actualidad a la proliferación y complejización de las formas de incorporación y comunicación.

Hay, por lo tanto, instituciones educativas, recreativas, sanitarias, fabriles, comerciales, religiosas, penales, etc.; de ellas, nos interesan aquí las educativas.
A través de ellas el sistema global encauza su influencia transmitiendo la Cultura como patrimonio común, preservándola, recreándole y creando nuevas expresiones suyas, siempre en concordancia con los sistemas ideológicos y valóricos imperantes en cada grupo social (nación, por ejemplo). En este sentido, toda I.E. significa un medio de difusión no sólo de mensajes sino de meta-mensajes en términos comunicacionales, los cuales nunca son "neutros", ya que están teñidos ("currículum oculto") por la textura ideológica - valórica que sustenta la estructura social en la cual se inserta: en nuestro caso, la ideología neo-liberal, basada en el egoísmo, la competencia y el consumismo. Por estos tiempos, vivimos en Chile la anomia y contradicción entre dos sistemas valóricos contrapuestos, este sistema impuesto e importado y otro, que preconiza la vigencia de los valores democráticos y de los Derechos Humanos, lo cual se va evidenciando no sólo en la dinámica sociopolítica nacional sino, especialmente, en el propio sistema educativo. Son frecuentes, en consecuencia, las "disonancias actitudinales", los "dobles estándares o discursos", la disgregación entre teoría y praxis, especialmente en el ámbito del ejercicio de la autoridad y en la conducta cotidiana en el aula escolar.
Por otro lado, en la medida en que "saber es poder" - y cada vez más en una "sociedad del conocimiento" -, la I.E. va segregando y con ello consolidando las diferencias de clases en la sociedad, basada en una jerarquía social. Experiencias como la del Padre Miliani en Italia (1972 - Escuela de Barbiana), los datos entregados por organismos internacionales, o los propios que conocemos en Chile, tales como distribución del ingreso, niveles de pobreza, resultados del Simce y arbitrariedad de la PAA, cobertura restringida y selectiva de las Is.Es. "Privadas", no hacen sino confirmar el papel selectivo que cumple la I.E., de tal modo que la "mejor" educación se entrega a la clase social alta, y a los niveles más depravados apenas la básica- media, sin poder acceder a formaciones más relevantes, dado el actual Sistema de Educación Superior. Una Psicología concreta no puede prescindir de tales contextos situacionales, por lo cual debe procurar la investigación y conocimiento de las condiciones de vida y características del medio familiar- escolar en que se desarrollan los aprendizajes psico- sociales del estudiante chileno, de cualquier nivel.

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