Las instituciones, en tanto formaciones sociales, se definen según sus finalidades u objetivos, los cuales condicionarán la estructura y la dinámica, las interrelaciones y actividades que cada institución articula y realiza. Serán tales objetivos los que demarcarán las diferencias inter-institucionales; de ellos dependerá su estructura (organigrama) y sus funciones específicas.
Hay elementos estructurales que son comunes a toda Institución:
- Lugar y espacio compartidos.
- Objeto (lo que ocupa a la institución).
- Sistema de estatus y roles: tareas, jerarquía, responsabilidades; expectativas y conductas pautadas de rol.
- Sistemas de comunicación: horizontales- verticales, internos- externos, formales- informales.
- Personas: criterios de reclutamiento, permanencia - ligados a premios y castigos -, reglamentos normativos.
- Objetivos, que le otorgan racionalidad y dirección.
- cierta circunscripción en el espacio
- cierta distribución de su tiempo
- distribución de sus funciones y responsabilidades
- Cierto sistema y código de comunicación un objetivo y finalidad.
De aquí la emergencia del logotipo, uniformes, agendas, incentivos, símbolos de identidad institucional, equivalentes a nuestro criollo "ponerse la camiseta". El difícil equilibrio entre la autonomía del desarrollo y estructura personales y la omnipresencia internalizada de lo institucional, es caldo de cultivo para múltiples conflictos de identidad, de roles y de relaciones humanas. De algún modo, toda Institución tiende a rigidizar (encapsular, consagrar) al individuo en su rol, y de aquí, también, el riesgo de "burocratización", de enmascaramiento, de abusos de poder, de "violencia simbólica", de competitividad exagerada a que está expuesto, en nuestro caso, el Profesor, al cumplir con su rol formal en la institución escolar.
En el mundo social existen algunas instituciones que, por sus especiales características, se las denomina instituciones totales si bien toda Institución absorbe parte del tiempo e interés de sus miembros y les proporciona algo así como un mundo propio, en el caso aludido dicha absorción es completa: así en los Hogares, Hospitales, cuarteles, internados, cárceles, donde se transforma a las personas, dándose un proceso de mortificación y agresión al yo (violación de sus límites, de su espacio personal), sea o no aceptado voluntariamente. Se produce el despojo de la individualidad y libertad personales que logra su expresión macrosocial en las dictaduras autocráticas, de todo tipo.
Es importante vislumbrar esta otra dimensión -extrema- de las instituciones ya que en el campo educacional, si bien teóricamente tales situaciones no debieran darse, de hecho, histórica y contemporáneamente, se dan con diversos matices y grados (caso 'escuelas-cárceles', caso Colonia Dignidad, sectas religiosas, etc.).
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